lunes, enero 23, 2006

Traición


Corría en la interminable persecución, ríos, bosques, calles, no se daba cuenta de todo lo recorrido.
Salió por la noche desde su casa hacia una reunión post estudiantil, cuando todos se reunen a hablar de cómo los ha tratado la vida. Se vió con él en un estacionamiento y no alcanzó a bajarse para poder arrancar de la muerte. Le había amenzadado con matarla dias antes a una discusión por su engaño con otro hombre. Pero ella no le creyó capaz, pero ahora que él la odiaba tan exacerbada. Vio en su mirada y sintió un miedo profundo casi inexplicable que supo que venía a matarle. Partió y él la seguía atrás, sólo queria estar lejos, pero no veía escapatoria, había pasado años tratando de separarse de él hasta el límite, hasta la insoportabilidad máxima del miedo a que esto sucediera precisamente. Y ya no quería más.
El desamor de ella lo corrompió al odio más inalcanzable.
Andubo hasta quedar sin gasolina, corrió por ayuda pero no encontraba a nadie. El dia aclaraba de tantas horas conduciendo y sin saber ya donde andaba. Subió a un bus y trataron de esconderla, pero el revolver de él intimidó a las personas y ella oia entre el tumulto que no faltaría mucho para que la encontrase. Se bajó por una ventana y corrió hasta unas calles, cuando ve a un policía detenido , y le suplica que le prestase el revolver, pero tuvo que quitárselo. No tenía mucha escapatoria cuando lo ve venir más cerca, prefirió apuntarse por si misma a que alguien más le quitase la vida.
Se dispara y no funcionó el revolver. Mientras corría le quita el seguro y dispara al ire para ver si tenía balas. Cuando lo comprobó no pudo volver a tener las agallas de apuntarse. Pero cuando lo hizo, supo que el miedo era mucho mayor que el que se siente por alguien que quiera quitar la vida a otro. Siguió corriendo hasta subir unos cerros cerca de la playa, donde había complejos de verano, y ve a una amiga que vivía ahi. Salió de la nada, pero no tenía tiempo se explicarse aquella coincidencia. Ayúdame le pide. Me persiguen y quieren quitarme la vida. La escondió hasta encontrar la única forma que saliera y se fuera lejos para siempre eran sus primeros pensamientos. Tomó el tren de carga afirmándose con un vigor excepcional, aferrándose a la vida. Pero aún llevaba el revolver y no quiso seguir una vida arranacando y sintiendo miedo.

A los dos días encontraron su cuerpo esparcido en varios metros.

No quise mirar porque era yo misma quien miraba desde arriba mi propio cuerpo derramado de mi sangre.